En junio la minería logró arrebatarle el primer lugar en ingresos imponibles a sectores como los servicios básicos, intermediación financiera y organizaciones extraterritoriales, que en enero tenían los primeros lugares.

Las primeras consecuencias del mejor momento económico para la minería del cobre producto de un repunte del precio ya se están haciendo patente.

Y es que además de las positivas cifras que registró el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) esta semana correspondiente a julio, donde subió un 2,8% impulsado por la minería, se suman positivas noticias desde el ámbito de las remuneraciones.

En concreto, el sector número uno en exportaciones recuperó el primer lugar entre las actividades económicas con mayor ingreso imponible, desplazando de esta manera a los sectores de electricidad, gas y agua; organizaciones extraterritoriales, e intermediación financiera, que en marzo pasado se anteponían a minería dentro de los segmentos mejores pagados a nivel.

Según cifras de la Superintendencia de Pensiones (SP) recogidas por la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), la remuneración imponible de la minería se incrementó en 9,9%, desde los $1.174.000 registrados en marzo pasado a $1.290.000 en junio de este año; mientras que el ingreso imponible promedio del país, en el mismo periodo, se incrementó en 1,7%, desde $722.000 a $734.000.

Según explica Álvaro Merino, gerente de Estudio de la Sonami, esto se debe a las mejores perspectivas que tiene el mercado del cobre, que por estos días se cotiza por encima de los US$3 la libra, lo que también se ha traducido en un mejor empleo.

Y es que de acuerdo al último informe de INE sobre la materia, correspondiente al trimestre mayo-julio 2017, la ocupación en este sector productivo se ha incrementado en un 8,3% durante los últimos cinco meses, lo que significa la creación de unos 16 mil empleos.

“Lo importante de este dato, junto al de la remuneración imponible, es la señal en el sentido que hoy este sector está generando más empleos que a comienzo de año y con mayores salarios. Esperamos que esta tendencia continúe en los meses venideros”, afirma Álvaro Merino.

Por su parte, desde la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (Aprimin), anticipan que dichas cifras tienen directa relación con un mejor precio del metal rojo, lo que ha permitido no solo reactivar proyectos -en su mayoría brownfield, es decir, ampliaciones de las faenas ya existentes-, sino que también la recontratación de talento, del cual muchas empresas mineras debieron prescindir para reducir sus costos.

Por su parte, Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining comenta: “En los últimos meses se ha comenzado a mover un poco más el mercado minero. Se tocó fondo en 2015, en 2016 comenzó a mejorar y este año hemos estados con precios al alza, y eso permite reactivar procesos de contratación que habían estado parados, se detuvieron las desvinculaciones y sube el promedio de remuneración”.

Los costos se elevan

Sin embargo, la contracara de estas cifras es un alza en los costos directos de las mineras. De acuerdo a las presentaciones de los principales conglomerados con operaciones mineras en Chile, tanto las faenas privadas como las estatales presentaron un incremento en sus cifras del segundo trimestre del año.

En el caso de Codelco, que esta semana informó sus resultados correspondientes al primer semestre del año, el costo directo se elevó desde US$1,27 la libra a US$1,31. Esto, explicaron, como consecuencia de una menor producción y caída del tipo de cambio, además de un incremento en los insumos.

En cuanto a las otras operaciones del país, Escondida -la primera productora de cobre a nivel nacional y global- presentó un incremento de casi 1% en sus costos, afectada por la huelga de 43 días que protagonizó entre febrero y marzo de este año; mientras que en el caso de Collahuasi le afectó el tipo de cambio más las sanciones por arsénico y menores créditos por subproductos.

“Creo que los costos de la minera tocaron fondos el año pasado, y ahora la expectativa es que vuelvan al alza; pero eso es por diversas razones, en los costos el componente laboral es uno de los más influyentes, pero también hay otros componentes -como los contratos por bienes y servicios- que van al alza cuando los precios suben”, indica Guajardo.( Pulso)