Carreras ligadas a la minería registran inédita baja de matrículas en la Segunda Región

estudiantes jovenesUniversidades y centros técnicos acusan efectos de la menor actividad de la industria.

U n descenso en las matrículas de las ingenierías ligadas al área minera registraron las universidades de Antofagasta y Católica del Norte, según lo confirmaron autoridades de ambos planteles estudiantiles.

En el caso de la UCN, el jefe de Admisión, Dennis Palacios, precisó que el descenso fue más notorio en la carrera de Metalurgia, la cual, a diferencia de años anteriores, quedó con vacantes.

«La universidad apunta a satisfacer las necesidades de la región. Ahora, si hay una crisis minera, la necesidad de ese profesional seguirá existiendo. Hay menos interés, pero se sigue necesitando el profesional», argumentó.

Palacios citó que otras carreras que también están ligadas a la minería tuvieron aumentos de matrícula o estuvieron iguales respecto del año anterior, como el caso de Geología, Ingeniería Civil de Mineras y Civil Industrial.

«Es complicado hacer una lectura. Hay un tema que es la percepción popular respecto a la crisis minera. Nosotros si miramos nuestros índices de empleabilidad o de ingresos, no notamos una afectación. También sabemos que en los próximos años habrá reajustes y el alumno saldrá en cinco o seis años más», comentó.

En el caso de la Universidad de Antofagasta, el director de Admisión del plantel, Óscar Morales, confirmó que las carreras de ingeniería también quedaron con vacantes.

«No es posible determinar a ciencia cierta a qué se debe esta disminución, ya que no se ha hecho el estudio, pero uno podría inferir que es producto del actual momento que vive la industria, lo que al parecer afecta directamente la demanda por las carreras relacionadas con esta actividad», comentó la autoridad.

Matrículas

Este año ambos planteles matricularon cerca de 3.000 estudiantes nuevos, una cifra similar a la de años anteriores.

Las carreras con más demanda en la UA fueron las ligadas a la salud, como Medicina, Enfermería, y Obstetricia y Puericultura.

En el caso de la UCN, los mejores indicadores estuvieron en Geología, Ingeniería Comercial y Derecho.

«Nuestras carreras tienen una formación que supera la minería enormemente. Ahora las carreras no sólo están enfocadas en eso, es cosa de preguntarle a los docentes», aseguró Dennis Palacios.

Otro fenómeno que llamó la atención este año fue el aumento sustancial de matriculados en las carreras de Pedagogía, área que hasta hace unos años presentaba serios problemas para completar sus cupos.

Esta temporada, sin embargo, hubo una distribución de los alumnos muy diferente a años anteriores.

«Hay carreras que en años anteriores quedaban con vacantes y ahora se llenaron, y también existen otras que tenían mucho interés, pero ahora ya no lo tuvieron tanto», sostuvo Palacios.

Técnicos

La situación no es muy distinta en los Centro de Formación Técnica e Institutos Profesionales, donde la demanda por carreras técnicas en el área minera también bajó.

La directora ejecutiva de Aiep, Luz Hun, comentó que este descenso se produjo principalmente por el retraso en los proyectos mineros.

«Antes abríamos con 90 estudiantes ahora tenemos a 50 o 60. No es mucha la diferencia, pero es un fenómeno claro», afirmó.

Algo distinto ocurre en el CFT e IP de Santo Tomás, según lo precisó el jefe de Admisión de este plantel, José Luis Henríquez.

El encargado explicó que la única carrera que tuvo una notoria baja fue Técnico en Prevención de Riesgos, donde existían 50 vacantes y sólo lograron 30 matriculados.

«En otros años podíamos tener hasta 100 alumnos en esta carrera, pero ha ido a la baja. Sin embargo, otras carreras como Ingeniería en Automatización y Control Industrial, Ingeniería en Mantenimiento o Técnico en Mantenimiento, tuvimos una muy buena acogida este año», sostuvo.

«No es posible determinar a ciencia cierta a qué se debe esta disminución, pero uno podría inferir que es producto del actual escenario de la minería en la región».

Óscar Morales,, director de Admisión UA»

MEDIDAS PARA AFRONTAR DÉFICIT

En el primer año de implementación de la gratuidad, la UA y la UCN sumaron un déficit de más de $1.200 millones ($500 millones la UA y $700 millones la UCN). Para afrontar esta falta de recursos, ambos planteles desarrollaron un plan de reducción de costos a fin de mejorar la situación económica. Por ejemplo, el plantel católico decidió bajar algunos proyectos a fin de mantener sus costos. En el caso de la UA, mejoraron el cobro de mensualidad.( El Mercurio de Antofagasta )

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