Sindicato N° 2 de Chuquicamata declara que no apoyará proyecto de ley que hoy presenta la reforma laboral

El Sindicato de Trabajadores N°2 de Codelco Chuquicamata quiere informar a la opinión pública en general, y a sus socios en particular,  lo siguiente.

A días de haber conmemorado el día del trabajador, y entendiendo nuestra historia sindical que desde sus orígenes luchó por los derechos laborales y por hacer respetar la dignidad de los trabajadoresy de sus familias, tenemos como deber reiterar y argumentar las razones del por qué este sindicato no apoyará ningún proyecto de ley que considere como positivos aquellos errores y vacíos que hoy presenta la actual propuesta de la reforma laboral que se encuentra en pleno debate en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados.

En primer lugar, junto con no cumplir las expectativas del mundo sindical, limita y traba la defensa de los derechos sindicales. Derechos que los sindicatos de Chuquicamata y muchos del país, ya se han ganado, en base a su historia y a su capacidad para lograr grandes acuerdos, construir grandes alianzas con la empresa que convergen en enormes beneficios para el país. Por tanto, limitar la acción y la actitud sindical como también exigir acordar cuáles son los servicios esenciales que deben continuar en una huelga, es para este sindicato un gran retroceso en los pocos derechos que hemos ganado para luchar por la justicia e igualdad.

Es tanto el retroceso que incluso, se aleja y contrapone a los diversos acuerdos que Chile ha ratificado con la OIT, principalmente en lo que se refiere a la libertad sindical. Esta Reforma burocratiza procesos que en el resto del mundo son más simples y protegen la autonomía sindical, obstaculizando deliberadamente la formación de sindicatos.

Sobre el ejercicio de la huelga,el retroceso se hace más evidente. Ya que si antes los trabajadores no podían ser reemplazados, hoy la reforma propone que sólo sea el puesto de trabajo y no la función, reemplazable, por ende, nos quita la única herramienta que teníamos para establecer una lucha en condiciones de igualdad, pues con el reemplazo de puestos de trabajo, quedamos a merced del organigrama de la empresa, el cual es facultad del empleador.

Este sindicato en particular y los trabajadores de la División en general, han luchado paraque los trabajadores plazo fijo o por obra se les reconozcan sus derechos de igual forma que los indefinidos, por lo cual creemos sumamente nocivo para los sindicatos mineros, de construcción y todos en general, que este proyecto de ley reconozca  y amplíe esta  diferencia,  como lo hace con los aprendices o los transitorios, eventuales y de temporada.

De seguir este enfoque laboral que crea una nueva legislación que castiga al sindicalismo, sólo nos resta  seguir marchando y protestando al margen  de la legalidad, pero legitimados en la historia  sindical de Chile. Como trabajadores del cobre no aceptáremos que desnaturalicen el conflicto social, sancionando incluso la ocupación pacífica de las instalaciones de la empresa, esto sería para los trabajadores y sindicatos volver a la Dictadura de Pinochet.

El hecho que al fin en Chile estemos discutiendo las necesidades y reivindicaciones de los trabajadores es sin duda positivo, porque permite que la ciudadanía tome conciencia de la mala distribución de riquezas que existe en el país, ya que si bien el promedio nacional de ingresos es de $416.909, según la última CASEN el 74% de los trabajadores ganan menos de $400.000. Una mejor distribución se logra a través de una negociación colectiva, que es el resultado de la lucha sindical para que el trabajador obtenga una real repartición de gananciales. Ya está claro que en Chile no existe otra forma.

El problema de fondo, para mejorar educación, cultura, niveles de felicidad y reducir endeudamiento, es con una negociación colectiva potente, con sindicatos aguerridos y respaldados para luchar por sus demandas y reconocimientos. En tanto éstas se limiten y se estructuren desde la ilegalidad y la penalización, nunca podremos solucionar la injusticia social. Es por esto que hoy tenemos la oportunidad histórica de terminar con los pilares que sostienen este desigual sistema de relaciones laborales instalado en la Dictadura por José Piñera.( Fuente: El América )

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